Se habla mucho sobre el “Síndrome del Hijo único” cuando estamos frente a niños demandantes y egoístas que no tienen hermanos y que crecen en un ambiente donde abundan los adultos.
¿Por qué? o ¿Para qué?
La manera como enfrentamos las dificultades que la vida nos ofrece es una situación muy personal. Cada uno lleva su cruz a cuesta y se defiende de la mejor manera que sepa hacerlo, con las herramientas que ha logrado conseguir en su evolución.