Cuando estoy en la piscina le enseño a los niños a hacer burbujas. La finalidad de esta actividad lúdica va más allá del juego. Tiene que ver con su bienestar y con la necesidad de aprender a botar adecuadamente el aire por la nariz para evitar que el agua entre por sus fosas nasales y de allí a los pulmones, situación que sería verdaderamente peligrosa para cualquiera, especialmente para ellos.
Hablando con el año viejo
Querido año: ¡Terminas nuevamente! Pasas a llamarte ahora «año viejo». ¡Triste que lo que pasa se obsoleta!